martes, 10 de mayo de 2016

Renovando las fuerzas del Ministerio Pastoral

Mirad por vosotros, y por todo el rebaño que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”. Hechos 20.28




Desde hace algún tiempo he visto con preocupación como el enemigo de nuestras almas ha trabajado con insistencia y tenacidad, para fastidiar y desfigurar la imagen o dañar el diseño que representa el Ministerio Pastoral cristiano. Como miembro laico de una congregación cristiana y habiendo observado una minúscula parte de la patología y afecciones de las que padecen las familias pastorales, que por más de 10 años han estado cerca de mí, me he sentido inclinada a buscar y solicitarle a Dios en oración un diagnostico y juntamente con ello una cura practica, para al menos, ayudar a mis pastores que sin decirlo pareciese que sufren de desequilibrio en los aspecto Vida Familiar - Vida Congregacional - Vida Ministerial. Para hacerlo más claro, si se ocupan de un aspecto pareciese que descuidasen los otros, inclusive pudo añadir que la vida personal (hablo de su salud física) podría representar otro aspecto de interés que se descuida en muchas oportunidades.

Por otra parte, para nadie es un secreto que hoy en día las demandas por parte de la sociedad y la familia, mejor dicho el propio sistema en el que nos desenvolvemos, es cada vez mas agobiante e intenso; se puede percibir el estrangulamiento y la presión del sistema sobre el individuo, aunque los cristianos tenemos una sobreguarda para ello pues de nuestro lado esta Dios, es necesario ser francos y mencionar que en el día día nuestras luchas y estado anímico cambiante en función a las situaciones nos deja desgastados, cansados y a veces sin batería.

Como lo mencione con anterioridad, es mi más arduo deseo que mis pastores estén sanos en cualesquiera aspectos de interés.

A modo de paréntesis, un programa televisivo de finales de los años 70 (para ser exactos el programa fue transmitido desde 1974 al 1983) conocido con el nombre de Little House on the Prairie, que traducido es La pequeña casa de las praderas, me ha dejado con un extraño sentimiento y las ganas de introducir ante Dios una solicitud de que envié mas hombres para esta década como Charles Ingalls. Este personaje era genial, padre amoroso, dedicado al trabajo, radiante personalidad, atento con su esposa, devoto cristiano y un pastor de su hogar. ¿Este modelo de hombre podrá ser emulado en la vida real?.. 

Ahora bien, si ya de por si es complicado para el hombre cristiano actual llenar las expectativas de su familia en el tiempo en el que nos toco vivir, ¿CUANTO MAS LO PODRÁ SER PARA UN HOMBRE CUYO LLAMADO ES EL PASTORADO? Su esposa e hijos mas la congregación, ¿NO CREE USTED QUE REQUERIRÁ DE AYUDA? Sabemos que Dios es mas que suficiente y que El que llamó LO HARÁ..Culminara su obra, perfeccionara lo que comenzó. ¡PERO HUMANAMENTE HABLANDO, EL MINISTERIO PASTORAL NECESITA HOY MAS QUE NUNCA DE NOSOTROS! de aquellos que hallan entendido que somos los llamados a levantar los brazos del líder para que la batalla contra nuestros adversarios la ganemos y veamos los beneficios que trae el cooperar y respaldar al ungido de Dios. Todos ganamos. 

En mis siguientes entradas mencionare aspectos prácticos para RENOVAR LAS FUERZAS DEL MINISTERIO PASTORAL.. Que Dios nos Bendiga mas..

Shalom aleijem!!!